Nuestra misión en el contexto de la Iglesia de hoy es: ayudar a encarnar en lo cotidiano la dimensión mariana y contemplativa de la vida cristiana.
Esta misión se concreta a través de la formación de los miembros del Movimiento, por medio de una "doctrina de vida" que ha quedado plasmada en una serie de cartas escritas (ejercitaciones) a lo largo del tiempo por el Padre Bernardo. Estas cartas y otros escritos nacen y están orientados desde la vida y para la vida. No fueron escritas para ser solamente leídas sino para ser vividas, fueron escritas para ser practicadas y encarnadas.
Y desde la formación, la Alianza con Dios en María y el acompañamiento espiritual intentamos dar respuesta y ser fieles a nuestro carisma mariano y contemplativo dentro de la Iglesia, pues estamos convencidos que estamos viviendo el tiempo de una cultura contemplativa, mariana y solidaria para el occidente cristiano del mañana.