ORGANIZACION, AUTORIDAD Y LIDERAZGO

ORGANIZACION, AUTORIDAD Y LIDERAZGO

1. Organización

-La organización institucional de una "doctrina de vida" está al servicio de ella y se nutre de ella misma.

-Una organización estable, aunque no perenne, es una institución. Y ésta se hace visible por medio de estructuras determinadas y adaptables a variantes circunstanciales.

-Toda organización precisa confrontar desafíos a fin de no estancarse y volverse perezosa y difusa.

-En tiempos difíciles o de cambio las organizaciones han de mantenerse ágiles y atléticas, capaces de soportar tensiones, de moverse con rapidez y de aprovecharse las oportunidades que se le presentan.


 

-Sin compromiso por los otros y sin ocupaciones y preocupaciones compartidas las organizaciones se autodestruyen. Es propio de la autoridad inspirar este deseo de compartir ideas y habilidades, en un espíritu de interdependencia, corresponsabilidad y reciprocidad.

-Los principios básicos que han de regir una buena organización son los siguientes:

-Solidaridad: soldadura que crea una vinculación y responsabilidad recíproca entre cada uno y las diferentes áreas entre sí.

-Subsidiariedad: protección de la autonomía de decisión y acción de las diferentes autoridades; lo que puede y le corresponde hacer a un superior subalterno no lo ha de hacer un superior mayor.

-Participación: ingerencia justa y proporcionada de cada autoridad en las áreas que no caen bajo su responsabilidad directa. (La "invasión" es la degeneración de la participación y el "encastillamiento" es su opuesto).

-Intervención: posibilidad de una presencia operativa o de consejo por parte de una autoridad superior a fin de dirimir conflictos o solucionar problemas. (El "intervencionismo" es la degradación de la intervención).

-Apelación: recurso de una instancia inferior respecto a otra inmediatamente superior a fin de recibir consejo o asistencia. (El "puenteo" es la degeneración de la apelación).

-Bien común: realización integral de cada área y de sus respectivos superiores en interdependencia y comunión con las otras; requiere que lo propio se integre en una armonía común que supera sin anular.

-Toda iniciativa que carezca de metas bien definidas y de estrategias basadas en sólida información está destinada al fracaso.

2. Autoridad

-Tres modelos de autoridades supremas o gobiernos generales:

-Máxima descentralización: La autoridad suprema tiene sólo una función de presencia; junto con su consejo solamente simboliza la universalidad del grupo.

-Máxima centralización: Todos los asuntos y decisiones importantes dependen de la autoridad central y central; la delegación es mínima. Este modelo es apto para grupos que necesitan gran flexibilidad y movilidad de personal (grupos misioneros).

-Mínima centralización y máxima descentralización: La autoridad suprema y su consejo retienen importantes poderes de supervisión: confirmaciones, veto, aprobaciones, interpretaciones. Este modelo parece ser el más apto para nuestra situación concreta y presente.

-Concepciones nefastas acerca de la autoridad:

-Todas las decisiones han de venir de arriba y las bases no tienen más que obedecer. Cuando no hay participación en la elaboración de las decisiones se hace luego más difícil su asunción.

-La autoridad ha de hacerlo todo por sí misma a fin de mostrar su "autoridad". Este individualismo o protagonismo mata todo espíritu de interdependencia, solidaridad y cooperación. De poco sirve que la autoridad resuelva problemas "de otros", ha de resolver problemas "con otros".

-Si no se compite faltará motivación para alcanzar las metas. En realidad esta competencia bloquea posibles ayudas, impide compartir recursos y habilidades complementarias.

-Todo autoridad suprema y consejo general ha de disponer de un tiempo anual a fin de reunirse para orar, compartir la fe, discernir los caminos del Señor y planificar estrategias operativas.

-La autoridad suprema y el consejo general han de poner todo su esfuerzo y concentrar su acción en grupos especializados: coordinadores, formadores, equipos varios, etc.

La autoridad suprema y el consejo general han de saber detectar personas con capacidades de creatividad e innovación a fin de ubicarlas en posiciones estratégicas. Luego, con paciencia y coraje han de ayudarlas a concentrarse en los objetivos y han de apoyarlas frente a las reacciones de otros.

-La autoridad suprema y el consejo general han siempre de recordar que su finalidad última es el bien de todo el grupo y su futuro y no una parte del mismo y el momento presente.

-Es propio de la autoridad regional: ayudar a la región a descubrir metas comunes; ayudar a descubrir medios para lograr dichas metas; ayudar a personas y grupos a actuar; ubicar en lugares claves a personas claves.

-La credibilidad de cualquier autoridad depende de: 1) Capacidad de escucha; 2) Contacto con la realidad de los otros; 3) Coherencia entre la palabra y la obra; 4) Centralización en lo esencial e importante.

-La sabiduría que proviene de la experiencia le permite a la autoridad sortear estos posibles obstáculos: 1) Excesiva conceptualización; 2) Olvido de la intuición e imaginación; 3) Dependencia servil en "expertos"; 4) Absoluta confianza en las "organizaciones"; 5) Esperar que la ciencia confirme lo que ante el sentido común se muestra evidente.

3. Liderazgo

-La autoridad y el gobierno han de ir siempre acompañados de un liderazgo, y si este es profético, tanto mejor. No basta contentarse con el buen funcionamiento de la organización.

-La verdadera esencia del liderazgo (ir adelante mostrando el camino) deriva del hecho que el líder ve más claramente que otros por donde hay que caminar y camina: Yo voy, vengan conmigo.

-El líder profético es una persona orientada hacia el futuro: ve nuevas necesidades y oportunidades, es capaz de innovar con realismo.

-Un líder que ignora las necesidades humanas básicas de sentido (propósito y finalidad), pertenencia e identidad propia y grupal, está llamado al fracaso.

-Todo líder ha de ser capaz de articular y comunicar a otros los valores esenciales y fines propios de su grupo.

-Todo líder veraz y eficaz ha de saber crear símbolos, ritos, lenguajes, creencias, mitos...

-Todo líder sobresaliente posee: 1) Prontitud para hacerse cargo de las situaciones que le competen, 2) La capacidad de hacer juicios prudenciales y tomar decisiones efectivas; 3) Capacidad de motivar e inspirar a otros; 4) Apertura a ideas y opiniones nuevas; 5) Sentido del humor; 6) Capacidad de ejercer diferentes estilos de liderazgo; 7) Capacidad de establecer y mantener confianza y credibilidad; 8) Capacidad de relajación; 9) Claridad en la información y comunicación; 1O) Paciencia con los errores

propios y ajenos.

-Más concretamente, los requisitos del liderazgo efectivo, afectivo y espiritual son:

-Requisitos básicos:

-Habilidades: administrativas, planificativas, investigativas, congnocitivas y comunicativas.

-Inteligencia: analítica, sintética y conceptual.

-Motivación: metas, medios y empuje.

-Presencia: ejemplar y simbólica.

(Todo enmarcado por la moderación y el aplomo)

-Requisitos óptimos:

-Logros inmediatos y concretos: no dejar para mañana lo que se ha de solucionar hoy, y poco importa el peso de su importancia.

-Capacidades estratégicas: la reflexión ha de preceder y seguir a la acción.

-Empatía interpersonal y grupal: sentirse y sentir lo que el otro y el grupo siente, sintonizar.

-Sentido de ubicación grupal y comunitaria: saber "caer en gracia" siendo o no siendo gracioso.

-Percepción objetiva de la realidad: los elefantes no vuelan, aunque a mí me encantaría que así fuera.

-Discernimiento del sentido de los acontecimientos: todo hecho se convierte en acontecimiento cuando se descubre su porqué (propósito) y para qué (fin).

-Fuerza de convocación, motivación y orientación: arrastre convergente e impulso hacia una meta.

-Comunicación de un ideal atrayente: los valores se comunican de palabra, pero aún más con la propia vida.

-Conciencia de la Presencia divina dinamizando u apoyando: ¡siervos inútiles somos, no hemos hecho sino lo que debíamos hacer!

-El liderazgo se puede distinguir de la autoridad; el primero tiende a motivar a fin de interiorizar libremente valores y actitudes, la autoridad manda a fin de que se actúe en una forma determinada. A veces es necesario el mandato de la autoridad a fin de apoyar el liderazgo. Pero sólo el liderazgo puede ser causa de un cambio en profundidad.

Bernardo Olivera

2O - VIII – 93

Fiesta de S. Bernardo